El restaurante madrileño del Paseo de la Castellana 36, impulsado por Abel Matutes, Manuel Campos, Enrique Iglesias, Pau Gasol y Rafa Nadal, apuesta para los mediodías por un concepto de platos fuera de carta basados en la estacionalidad del producto que cambia a diario.
Texto: Diego GarandaFotos: Tatel
Redpostero: Nacho Ruiz
Boletus salteados con trufa y yema de huevo. |
En apenas un año de vida, Tatel se ha convertido en uno de los puntos referentes dentro del sector del ocio y la gastronomía madrileña. Ubicado en el centro neurálgico de negocios de la capital, el restaurante ha querido potenciar su propuesta gastronómica apostando por un abanico de platos fuera de carta que cambia a diario a base de las mejores materias primas de temporada y de productos biológicos y orgánicos.
Acogedora estancia de Tatel Madrid. |
Ensalada de escarola con anguila ahumada. |
Tortilla con espuma de patata y trufa. |
Para la ocasión, nosotros optamos por un mix entre platos de la carta y alguna de las propuestas de 'Hoy además' para compartir.
Todo comenzó con un aperitivo de Jamón ibérico, pan tumaca y aceite de oliva virgen extra. El corte del ibérico resultó muy cuidado y el grado de infiltración de grasa en su justo punto. Lo más flojo del aperitivo, el Aove, un pelín apagado tanto de aroma como de sabor.
Al jamón le siguieron unas Alcachofas confitadas, correctas en textura y elaboración, y una maravillosa Lombarda salteada con piñones con un punto crujiente de lo más atractivo. Para cerrar los platos de huerta, dimos cuenta de unas Cebolletas a la brasa con foie curadas a la sal. Todo muy liviano.
El plato más otoñal, para mi gusto, fue una Tortilla de patatas con espuma de patata y trufa. El aroma de noviembre entre un cuajado jugoso, meloso y sutil. ¡Fantástico plato!
Para enfilar la recta final, los pescados nos sedujeron más. El siguiente paso fue un Atún fino en carpaccio con aceite de oliva, soja y pimientos de padrón. El corte del túnido, muy afinado, lástima que la soja le quitase cierto protagonismo al crudo del atún. A estas alturas, las bodegas andaban llenas y aún quedaba por subir una cumbre de cuatro centímetros de Lomos de bacalao con miso... Un remate perfecto, la fuerza del miso y la nobleza del bacalao cerraron nuestra visita al restaurante Tatel Madrid. Lo siento, no pude con los postres. Prometo volver y ser goloso.
¡Ahhh, se me olvidaba! Me encantó el tinto que nos sugirieron: Bosque de Matasnos Crianza 2013 etiqueta blanca, un Ribera del Duero de la localidad burgalesa de Peñaranda. Una maravilla, muy mineral (90% de tempranillo), sutil, elegante... Siendo sincero os tengo que decir que este fue mi postre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario