miércoles, 1 de mayo de 2013

Taller de cocina (1): La sencillez de las pastas de té

Con esta entrada, comenzamos un taller de cocina que nos llevará por recetas de toda la vida. La sencillez y a la vez profesionalidad de las fórmulas empleadas serán nuestro faro para guiaros por sabores y texturas difíciles de olvidar.

Texto y fotos: Diego & Roberto
En esta ocasión utilizaremos una pasta sableux en su versión más sencilla. Las cantidades indicadas corresponden a dos kilos de pastas (¡¡¡para una boda!!!).

Ingredientes:
Harina monda y lironda..................................1 kg.
Mantequilla....................................................600 gr.
Azúcar glass (molido).....................................350 gr.
Sal fina (una pizca).........................................2 gr.
Huevos..........................................................2 unidades
Leche (menos de medio vaso)........................1 dl
Vainilla (si no tenemos no pasa nada)..............una pizca ( la punta de un cuchillo)

Elaboración:
1.- Trabaja la mantequilla con las manos sobre la encimera o en el interior de un boul, hasta que se quede hecha una crema.

2.- Incorporar ingredientes por este orden: azúcar glass, sal, vainilla, huevos (sin batir) y leche.

3.- Trabajar con las manos todos los ingredientes hasta que se consiga una crema uniforme.

4.- Sobre la encimera, poner la crema y volcar la harina de golpe sobre ella.

5.- Presionar con ambas manos sobre la harina y arrastrar con fuerza hacia adelante. Recoger con ambas manos hacia nosotros y volver a estirar hacia adelante. Repetir la misma operación dos veces más hasta que los ingredientes estén totalmente integrados. Recoger todo (se quedará la masa resultante pegada a la mesa o encimera). Para que la masa no se te quede pegada a las manos, lo mejor es espolvorear harina por encima para conseguir la textura adecuada y así poder formar una bola. Envolvemos en un papel film y dejaremos reposar en la nevera media hora.

6.- Dejamos atemperar y estiramos con un rodillo o una botella. Daremos un grosor de medio centímetro. Damos la forma de la pasta con la boca de una copa, pintamos con huevo batido y decoramos con guinda o granillo de almendra, y horneamos a unos 180º hasta que doren. También las podemos dejar pintadas de huevo para luego bañarlas con chocolate fundido una vez horneadas.

Nota: No seáis tacaños con la mantequilla, tiene que ser de buena calidad. El sabor que le aporta es fundamental.


El resultado de esta sencilla receta de pastas de té es de lo más agradecido.




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