Con esta entrada, comenzamos un taller de cocina que nos llevará por recetas de toda la vida. La sencillez y a la vez profesionalidad de las fórmulas empleadas serán nuestro faro para guiaros por sabores y texturas difíciles de olvidar.
Texto y fotos: Diego & Roberto
En esta ocasión utilizaremos una pasta sableux en su versión más sencilla. Las cantidades indicadas corresponden a dos kilos de pastas (¡¡¡para una boda!!!).
Ingredientes:
Harina monda y lironda..................................1 kg.
Mantequilla....................................................600 gr.
Azúcar glass (molido).....................................350 gr.
Sal fina (una pizca).........................................2 gr.
Huevos..........................................................2 unidades
Leche (menos de medio vaso)........................1 dl
Vainilla (si no tenemos no pasa nada)..............una pizca ( la punta de un cuchillo)
Elaboración:
1.- Trabaja la mantequilla con las manos sobre la encimera o en el interior de un boul, hasta que se quede hecha una crema.
2.- Incorporar ingredientes por este orden: azúcar glass, sal, vainilla, huevos (sin batir) y leche.
3.- Trabajar con las manos todos los ingredientes hasta que se consiga una crema uniforme.
4.- Sobre la encimera, poner la crema y volcar la harina de golpe sobre ella.
5.- Presionar con ambas manos sobre la harina y arrastrar con fuerza hacia adelante. Recoger con ambas manos hacia nosotros y volver a estirar hacia adelante. Repetir la misma operación dos veces más hasta que los ingredientes estén totalmente integrados. Recoger todo (se quedará la masa resultante pegada a la mesa o encimera). Para que la masa no se te quede pegada a las manos, lo mejor es espolvorear harina por encima para conseguir la textura adecuada y así poder formar una bola. Envolvemos en un papel film y dejaremos reposar en la nevera media hora.
6.- Dejamos atemperar y estiramos con un rodillo o una botella. Daremos un grosor de medio centímetro. Damos la forma de la pasta con la boca de una copa, pintamos con huevo batido y decoramos con guinda o granillo de almendra, y horneamos a unos 180º hasta que doren. También las podemos dejar pintadas de huevo para luego bañarlas con chocolate fundido una vez horneadas.
Nota: No seáis tacaños con la mantequilla, tiene que ser de buena calidad. El sabor que le aporta es fundamental.
Texto y fotos: Diego & Roberto
En esta ocasión utilizaremos una pasta sableux en su versión más sencilla. Las cantidades indicadas corresponden a dos kilos de pastas (¡¡¡para una boda!!!).
Ingredientes:
Harina monda y lironda..................................1 kg.
Mantequilla....................................................600 gr.
Azúcar glass (molido).....................................350 gr.
Sal fina (una pizca).........................................2 gr.
Huevos..........................................................2 unidades
Leche (menos de medio vaso)........................1 dl
Vainilla (si no tenemos no pasa nada)..............una pizca ( la punta de un cuchillo)
Elaboración:
1.- Trabaja la mantequilla con las manos sobre la encimera o en el interior de un boul, hasta que se quede hecha una crema.
2.- Incorporar ingredientes por este orden: azúcar glass, sal, vainilla, huevos (sin batir) y leche.
3.- Trabajar con las manos todos los ingredientes hasta que se consiga una crema uniforme.
4.- Sobre la encimera, poner la crema y volcar la harina de golpe sobre ella.
5.- Presionar con ambas manos sobre la harina y arrastrar con fuerza hacia adelante. Recoger con ambas manos hacia nosotros y volver a estirar hacia adelante. Repetir la misma operación dos veces más hasta que los ingredientes estén totalmente integrados. Recoger todo (se quedará la masa resultante pegada a la mesa o encimera). Para que la masa no se te quede pegada a las manos, lo mejor es espolvorear harina por encima para conseguir la textura adecuada y así poder formar una bola. Envolvemos en un papel film y dejaremos reposar en la nevera media hora.
6.- Dejamos atemperar y estiramos con un rodillo o una botella. Daremos un grosor de medio centímetro. Damos la forma de la pasta con la boca de una copa, pintamos con huevo batido y decoramos con guinda o granillo de almendra, y horneamos a unos 180º hasta que doren. También las podemos dejar pintadas de huevo para luego bañarlas con chocolate fundido una vez horneadas.
Nota: No seáis tacaños con la mantequilla, tiene que ser de buena calidad. El sabor que le aporta es fundamental.
| El resultado de esta sencilla receta de pastas de té es de lo más agradecido. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario